La casita de cartón, convertida en garaje

A grandes «males», grandes problemas. Y es que la casita de cartón ya se nos había quedado pequeña. Aunque más que eso, se había convertido en un hueco ideal para tirar ahí todos los telares. Todos los juguetes grandes que no caben en una cajita. Motos, bicis, cascos, balones… y estaba todo a la virulé. Total, que ni estaba ordenado ni estaba habitable. ¿Solución? Convertirlo en un «garaje». ¡Dicho y hecho!

Lo primero fue cambiar la puerta de entrada, haciéndola mucho más grande para poder entrar y salir con los vehículos de forma sencilla. Unas cuantas cajas grapadas, un poco de pintura negra, un pomo para poder abrir y cerrar la puerta y unos marcos blancos de primerísima calidad. ¡Ah! Y unos letreros que indiquen claramente qué es lo que hay en esa casa… No siendo que nos despistemos.

Por el interior, poco cambio. El estante lo usamos para los pomperos (la cantidad de ellos que se llegan a acumular, aunque la mitad estarán vacíos). Añadimos una caja para los balones y un estante para poder colgar los cascos. Y que no se nos olvide un hueco para los utensilios de limpieza. Motos, Bicis y patinetes ¡adentro! El garaje ya está listo.