Disfraces

Disfraz de lobo para Halloween

-Mamá, el próximo día en clase de baile, me quiero disfrazar de Lobo Feroz. 

Así empezó esta historia. El niño quería disfrazarse de lobo, pero de lobo bueno y bailarín. Quería soplar y, como mucho, morderle un poquitín el culín a los cerditos. Pero nada más, porque iba a ser un lobo bueno.

Hay que buscar referencias. Y esta fue la mejor que encontré:

Lo primero en plantearme fue «la careta». Algo que le tapase la cara, aunque tipo máscara no podía ser porque no la iba  aguantar. Entonces encontré esta idea en el blog de «las cositas de marga»  , reuní los materiales que yo creía que me podían servir y ¡me puse manos a la obra! Y esta fue «mi versión» del disfraz de Lobo Feroz.

Careta de Lobo Feroz hecha a mano

La base de la careta de lobo es una gorra y un cartón de huevos como veréis en el post de las cositas de marga. Y lo demás es cuestión de interpretación. Yo decidí hacer dos espacios, uno en gris y otro en negro, para tratar de imitar la cara del dibujo animado. Ambas telas las pegué con silicona caliente tratando de utilizar los retales que tenía por casa. La parte de los ojos que va en gris, la hice en una sola pieza para que se notara mejor el contorno.

Luego recorté los ojos con fieltro y también la nariz, rellenando con un poquito de miraguano, un trozo de tela negra. Las orejas están hechas forrando un trozo de cartulina y van pegadas y cosidas a la estructura de la gorra.

El gorro, característico del lobo del cuento de Disney  los tres cerditos, está hecha con cartulina forrada con un poco de fieltro y he de deciros que casi me llevó más tiempo hacer eso que todo lo demás. Va unida a la gorra con bastante silicona caliente y también lo cosí un poco porque me parecía que se le iba a despegar en cualquier momento.

¡Y este es el resultado! El fallo fue no forrar o pintar la parte inferior porque además la gorra era verde fosforita y cantaba demasiado… jejeje.

El pantalón

Esto fue cuestión de última hora. El día de antes, a las 6 de la tarde, compré un poco de fieltro rojo y otro poco verde y me puse al lío. Con el fieltro rojo doblado, coloqué unos pantalones del niño para marcar el tamaño y cosí a máquina los laterales. Luego rematé la parte superior haciendo un pequeño dobladillo en dos alturas, pues la parte de atrás al dejé algo más alta (me parecía que quedaba mejor). Como se lo hice tan justo, no tuve ni que meterle goma. Posteriormente recorté en picos la parte de abajo del pantalón y le cosí un pequeño cuadrado marrón en la zona de la rodilla, simulando un remiendo.

Con el fieltro verde hice dos tiras iguales y las cosí a máquina por la parte de atrás. En la parte de delante cosí dos tiras de velcro para que se pudiera quitar y poner con facilidad. Las tiras verdes las recorté en círculo en los extremos y les puse un par de botones como decoración. Y así de fácil dejé listos los tirantes del pantalón.

Por detrás, con la tela negra que me había sobrado de la cabeza, hice una especie de cola (digo «especie» porque fue lo que menos me gustó del traje) y lo rellené nuevamente con miraguano para que tuviera algo más de consistencia. Y lo cosí a la parte trasera del pantalón.

Aquí os dejo las fotos:

Y sinceramente os diré ¡qué estoy muy orgullosa de mi traje! Creo que quedó bastante bien ¿no os parece?