Este peluche es muy especial para mi. Tenía que buscar algo original, diferente y 100% personalizado para el regalo de mi hermana Natalia. Todos los años la sorprendo con algo, alguno soy un poco «cabrona» pero en otros acierto de pleno, como cuando le regalé su primer viaje en avión (destino Milán):

El caso es que casi todos los años logro sorprenderla y claro… ¡van ya 25 años! y las ideas se empiezan a agotar 🙂 El caso es que ella es la hermana del medio y, aunque bajo mi punto de vista ha sido la más mimada de los tres, ella siempre ha dicho que es la «oveja negra de la familia«. Este año incluso se auto-regaló una oveja negra que compró por AliExpress esta navidad. Así que… ¡la idea estaba clara!

Materiales necesarios para hacer la oveja negra de peluche

Tela tipo borreguito de color blanco
Tela tipo terciopelo de color negro
Aguja e hilo negro y blanco
Fieltro de color negro y blando para los ojos
Ojos de manualidades
Miraguano (relleno para peluches, cojines…)
Goma Eva para hacer el escudo
Una chaqueta de perro (al gusto :D)

Manos a la obra

El proceso de creación fue muy al tuntún, pues no tenía patrones de absolutamente nada y lo hice todo a ojo.

Cuerpo: Es la parte más grande del peluche y está hecha con forma de «bombilla» grande. Se cose todo el perímetro (del revés para darle la vuelta después y que quede más curioso) exceptuando una pequeña parte (en este caso fue la superior), para poder rellenarla al gusto.
Cabeza: La cabeza tiene forma de «D» al revés, para que el morro sobresalga un poco. Cosemos también todo el perímetro, dejando una pequeña parte para rellenarlo.
Extremidades. Tienen las 4 la misma forma y los brazos son algo más cortos que las patas. Estas fue bastante complicado darles la vuelta, pero queda mucho mejor hacerlo así. Una vez rellenas con miraguano, les cosí una línea blanca para hacer la forma de la pezuña
Orejas. Las dos tienen exactamente el mismo tamaño y, aunque al principio no les metí relleno, una vez montadas quedaban demasiado sosas y tuve que descoserlas para meterles algo de relleno.

Una vez que tenemos todos los elementos hechos, simplemente hay que juntarlos y coserlos en el lugar que corresponda. Posteriormente le añadimos unos ojos hechos con fieltro y los pegamos con una pistola de silicona. También hacemos un óvalo con la misma tela del cuerpo y se lo cosemos en la parte superior de la cabeza.

En este caso, «decoré» el peluche con una chaqueta que conseguí en una tienda de ropa para mascotas y me pareció que le daba un toque «punk» que le iba que ni pintado al peluche:

El toque final se lo daba ese escudo del atleti que me «curré» con goma eva. Pero es que… ¡¡La oveja tenía que ser rojiblanca si o si!!

El regalo, que llegó por correo, triunfó y la oveja rojiblanca ya forma parte de la familia. Ahora sí, tenemos una oveja negra como integrante ¡antes no!