Buscando hueco para el Belén

¡Cada año se complica más encontrar un espacio adecuado para el Belén! Que no estorbe mucho, que deje espacio para que los niños jueguen, que me entren todas las figuritas…

Este año y, tras darle mucho al coco, decidí aprovechar una vez más el espacio del pasillo. Sí. Ese del que tanto me quejo y que no deja de darme juego para las mil y una cosas que se me ocurren…

El caso es que aproveché el hueco que me dejaba la estantería de los niños y monté un Belén ¡a lo largo! Os cuento cómo:

Para montar la estructura, lo primero fue encontrar unas cajas que me encajaran bien por tamaño. Una vez las tuve, las cerré bien, las uní y las forré con un papel craft con motivos navideños (pero discreto).
Luego, compré un «suelo» que simula prao (el tema del musgo y demás, lo voy a dejar para cuando el peque crezca un poco…) y lo pegué bien con silicona caliente a las cajas
Luego coloqué el Pesebre, hice un camino a lo largo y coloqué todas las piezas que tengo (que por ahora son muchas, incluso una recién estrenada que ya está remendada…). Aquí.. rienda suelta a la imaginación: ríos, estanques, zona de gallinas, vacas, caballos… casi todo vale.
Como el año pasado, añadí un espumillón a lo largo del Belén para hacer un poco de barrera y que la arena del camino y demás habitantes del nacimiento no caigan cada dos por tres al suelo. 🙂
Y aquí tenéis el resultado ¿Qué os parece? ¿Os gusta?